¡Nuestras Fuerzas Militares son los guardianes del territorio nacional, pero también cierran filas –junto con todos los colombianos– para ser los guardianes de lo público! Hoy, cuentan con más y mejores herramientas para detectar y prevenir la ocurrencia de hechos de corrupción; y para desarrollar un ambiente ético basado en buenas prácticas, que las ponen a la vanguardia y las posicionan como referente en el ámbito internacional.
El Ejército, por ejemplo, es una institución que está cerca de los colombianos y que ha trabajado arduamente para ser parte de la alianza contra la corrupción de la que habla nuestro Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, “Pacto por Colombia: Pacto por la Equidad”.
Y es que la corrupción es un fenómeno que nos ha robado muchos sueños, profundizando la desconfianza ciudadana y limitando la senda de crecimiento y desarrollo que nos merecemos como nación. Por tanto, el concurso de todas nuestras instituciones es vital para lograr la sociedad justa, honesta y transparente que deseamos todos los colombianos.
Según la más reciente edición de la Encuesta de Cultura Política del DANE, las Fuerzas Militares –de las cuales hace parte el Ejército Nacional– está entre las instituciones que gozan de mayor confianza por parte de los ciudadanos. Este reconocimiento significa un gran reto y un llamado a continuar redoblando todos los esfuerzos institucionales que se han hecho en la materia.
Ejemplo de la importante labor que se ha hecho al interior de nuestras Fuerzas, es la puesta en marcha de la Dirección de Aplicación de Normas de Transparencia del Ejército Nacional (DANTE) y la adopción del Código de Ética Institucional, que ha establecido una excelente hoja de ruta orientada a la transparencia. Allí reposa una premisa clara: “ser ético es no realizar actividades que comprometan el buen nombre de la institución que se representa, ser íntegro es no caer en tentaciones que lleven a prácticas corruptas y ser transparente es seguir las reglas y comportarse con total claridad”.
Todos estos esfuerzos se verán reforzados con los importantes avances normativos y de política pública que se han obtenido con el liderazgo de la Vicepresidencia de la República, a través de la Secretaría de Transparencia, tales como: i) La Ley 2195 de 2022 de Transparencia, Prevención y Lucha contra la Corrupción; ii) el CONPES 4070 de 2021 que establece Lineamientos para la implementación de un modelo de Estado Abierto en Colombia; iii) el Portal Anticorrupción de Colombia (PACO); iv) el Índice Nacional Anticorrupción (INAC); v) la Red Interinstitucional de Transparencia y Anticorrupción (RITA); y, vi) la Estrategia de Fortalecimiento de Capacidades Anticorrupción.
Nuestro anhelo, como Gobierno, es dejar unos cimientos sólidos que nos permitan fortalecer una cultura de la transparencia, la prevención y la integridad, ¡y qué gratificante es ver a más y más actores sumándose decididamente a este propósito! Nuestras Fuerzas Militares, hoy, no sólo nos hacen sentir orgullosos por su compromiso con la seguridad nacional, sino también por su ejemplo de continuo mejoramiento, por su objetivo de seguir sumando a la construcción de un país con cero tolerancia a la corrupción, donde todos tengamos oportunidades para abonar los sueños.
Columna publicada en la Revista DANTE
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