Por Marta Lucía Ramírez
Vicepresidenta y Canciller de Colombia
Si pudiera resumir el 2021 en una palabra, sería “Solidaridad”. En este tercer año de gobierno, se presentaron innumerables retos, en el contexto de la pandemia, que desató una enorme crisis económica, cuyos vestigios aún permanecen. Esos vientos huracanados, también impactaron nuestra infraestructura, pero no lograron apagar los motores de cambio.
En medio de la adversidad, aprendimos la inmensa corresponsabilidad que tenemos como parte de una sociedad, en la que el actuar de unos, influye en el bienestar de los otros. Todos nos vimos obligados a cooperar, a cuidarnos a nosotros mismos, no sólo en beneficio individual, sino también para evitar una catástrofe colectiva de magnitudes superiores a la que vivimos.
Gracias al sentido de la solidaridad, hoy estamos pasando la página de uno de los capítulos más duros que nos ha tocado vivir como humanidad, logramos sortear las dificultades y comenzar de nuevo, reactivar la economía, y encender la maquinaria amarilla de uno de los sectores más protagónicos de esta recuperación productiva: la infraestructura, generadora de empleo por excelencia, de la mano del Compromiso por Colombia.
Hoy, después del remezón, soplan mejores vientos, que dan lugar al optimismo. En el sector transporte, nuestro gobierno está logrando una cartera histórica de 81 proyectos de interés nacional y estratégico, con una inversión total de $75 billones, que generan 1 millón de empleos. Actualmente, 54 de estos proyectos se encuentran en ejecución. ¡Y vamos por más! Para el 2022, del Presupuesto General de la Nación se tienen recursos de inversión en infraestructura de transporte de $ 10.3 billones de pesos, aproximadamente 3% más que en 2021.
Rescatamos el programa de autopistas 4G, logrando una ejecución del 58%, incremento notorio, teniendo en cuenta que en 2018 el avance era del 16%. De estos 29 proyectos, 27 se encuentran en fase de ejecución u operación y mantenimiento, y vamos a dejar inauguradas 20 de las 29 concesiones 4G, al final de nuestro gobierno, una de las apuestas más ambiciosas de la última década en Latinoamérica.
En obra pública, finalmente logramos adjudicar la construcción del Viaducto Km 58 Bogotá-Villavicencio, para dar una solución definitiva a los problemas que han atormentado por años el transporte de carga al Llano y la Orinoquía. De esta manera, estamos saldando deudas históricas.
Esta obra hace parte de la Conexión Pacífico-Orinoquía, corredor estratégico que comunicará el puerto de Buenaventura con la mayor despensa agroalimentaria del país, la cual concentra el 23% del PIB nacional y beneficiará a más de 13 millones de habitantes. De este corredor, logramos iniciar actividades de obra y mantenimiento en los sectores Puente Arimena-Viento y Juriepe Puerto-Carreño.
Hay que decir que, además, le apostamos a la multimodalidad, con la apertura de licitaciones de la primera ola de quinta generación de concesiones (5G), con 14 proyectos que lograrán la conexión eficiente entre los centros urbanos y generadores de carga, puertos fluviales y marítimos, centros logísticos y aeropuertos. La coyuntura mundial exige infraestructura social, resiliente y sostenible, y los proyectos 5G son un vehículo que aumentará las capacidades del país en materia logística y competitiva, de forma eficiente y productiva.
Nuestra prioridad es la gente en todos los rincones de Colombia; por eso, dispusimos una inversión sin precedentes para la intervención de vías terciarias prioritarias, que conectan nuestras veredas y corregimientos con los centros urbanos, con una cifra que asciende a $ 5.6 billones (entre recursos del PGN y las regalías regionales, departamentales y municipales). ¡Resulta imperativo apoyar la economía rural y garantizar a los campesinos el transporte de sus cosechas! Anteriormente, los presupuestos anuales para la red terciaria de todo el país apenas alcanzaban los $ 4.000 millones.
A su vez, el desarrollo de la infraestructura de transporte ha estado acompañado del mejoramiento del entorno en el que se desarrollan estos proyectos. En este sentido, se ha avanzado en los componentes de fortalecimiento institucional, fuentes de pago y financiación, ajustes al marco normativo, y logística; siguiendo la hoja de ruta planteada por el Plan Maestro de Transporte Intermodal y las recomendaciones de nuestra Comisión de expertos 2019, de la OCDE y del Consejo Privado de Competitividad, de las cuales se han implementado más de 80 acciones estratégicas mediante la Comisión Intersectorial de Infraestructura de Transporte.
Vale resaltar, además, que hemos avanzado en la consecución de nuevas fuentes de pago y financiacion para nuestros proyectos de infraestructura con la titularización de 25 peajes del INVÍAS, la cual finalizará su estructuración este año, y con la que esperamos recaudar $1.6 billones de pesos para el mejoramiento de corredores estratégicos. Así mismo, está ad portas de iniciar el proceso de licitación del Canal el Dique, que es un piloto de mecanismos de agregación de fuentes de pago.
En octubre, pusimos en marcha la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte (UPIT), entidad creada para planear el desarrollo a largo plazo de la infraestructura, que garantizará la sostenibilidad financiera, social y ambiental de los proyectos. Dentro de la hoja de ruta, está el Plan Maestro de Transporte Intermodal que se encuentra en proceso de contratacion para su actualización. Con ello, estamos logrando una política integral de infraestructura de transporte de Estado, no solo de gobierno.
Hemos marcado hitos muy importantes para nuestra infraestructura este año, como el lanzamiento del Observatorio Nacional de Logística, Transporte, Minas y Energía, con el cual se pone a disposición del público la información, a través de una herramienta estratégica y de transparencia para la toma de decisiones y planeación de política pública.
Logramos modificar la reglamentación de Asociaciones Público-Privadas, que permite alinear la distribución de riesgos, corregir estimaciones de costos y conservar un equilibrio entre incentivos y competencia que estimulan la participación del sector privado. Hoy en día, según el Banco Mundial e Infrascope, Colombia es referente mundial y líder en Latinoamérica en la aplicación de mecanismos de APP.
Soñamos con ser un país conectado intermodalmente, reconocido por su infraestructura. Y que, a pesar de tener una complicada geografía, nuestras regiones se encuentren conectadas eficientemente, nuestros productos salgan a los puertos de manera ágil y con costos logísticos bajos.
Hasta el último día de este gobierno, honraremos el compromiso de conectar a Colombia, avanzar hacia el transporte intermodal y sostenible, y reactivar los corredores férreos para carga. ¡Este es nuestro legado para los colombianos!
Queremos dejar huellas imborrables en nuestras regiones, que ojalá se sigan atomizando en las zonas donde más urge la mano del Estado. Esperamos que los participantes de este XVIII Congreso de la CCI sean veedores de que nuestra política de Estado se mantenga como brújula hacia una Colombia cada vez más eficiente.
Publicada en Infraestructura & Desarrollo
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