Ningún exceso policial se debe pasar por alto, y los únicos responsables son los policías que agredieron sin justificación y desproporcionadamente a un ciudadano hasta matarlo. Los responsables son solo ellos y no una institución a la que valoramos y necesitamos en nuestro país. Debemos exigir de cada militar y cada policía el más alto nivel de compromiso con la protección de los ciudadanos y de la Nación, respetando siempre la Constitución, la Ley, los derechos humanos y privilegiando siempre el respeto a la vida de todos. Así lo he entendido desde que fui Ministra de Defensa, cuando conformamos una comisión de expertos para comenzar a gestionar una reforma a la Policía.
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