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Hojeada

Me enorgullece hacer parte de esta Nación y haber podido servir en circunstancias adversas.

Por Marta Lucía Ramírez
Vicepresidenta de Colombia

Cerrar una etapa en nuestra vida laboral y personal siempre implica balances, reflexiones y aprendizajes. Sin duda, mi paso por la Vicepresidencia representó, más que un desafío, anteponer el compromiso y la vocación de servir a Colombia, a pesar de las dificultades, de ataques y calumnias personales y familiares inmisericordes, que no tienen precedentes en la política de nuestro país, con bajezas que jamás se han utilizado contra ningún hombre.

¡Sí!, muchos recalcan que fui la primera mujer Vicepresidenta, pero jamás quise gloriarme de ello. Lo mío jamás ha sido acumular poder, el ego ni la vanidad. Por el contrario, demostrar que cuanto más alta sea la dignidad, mayor es la responsabilidad. La mayoría de mujeres no llegamos a posiciones elevadas para que nos honren, llegamos a tender puentes de entendimiento para construir, y a trabajar por el país.

Me voy con la satisfacción del deber cumplido, no ahorré ni un segundo para trabajar por Colombia, el país que me eligió para ocupar uno de los cargos más importantes de elección popular, que complementé con la designación como ministra de Relaciones Exteriores, faltando apenas un año para culminar el cuatrienio. Fueron 1.460 días, 31.140 horas, con noches cortas, madrugadas diarias y una única obsesión: la plena entrega y el buen ánimo y disposición para sembrar semillas de equidad que permitieran a Colombia transitar hacia el verdadero desarrollo.

Una de mis prioridades fueron las mujeres: que hagan parte de la toma de decisiones; ejerzan posiciones de liderazgo y de poder en la economía, la política y la sociedad; que los empresarios pudieran crecer, invertir y generar más empleos; que los trabajadores informales inicien un camino irreversible hacia la formalización y su dignidad que les garantice mejores condiciones de vida a ellos y sus familias.

En lo personal, mi paso por la Vicepresidencia de Colombia marcó un reto enorme: ser capaz de mantener todos los días el ánimo, sobreponer el amor por Colombia a la frustración por los ataques que recibí, bajo la furia de opinadores anónimos y no anónimos, que descargaron su odio contra mí y contra mi familia, teniendo en cuenta mis posiciones políticas y la posible aspiración a la presidencia en el año 2022.

Olvidaron que detrás del funcionario hay un ser humano con el derecho a defenderse, a explicar sus actuaciones y a demostrar su transparencia. Puedo mirar a la cara a Colombia y decir que jamás en la vida he violado la ley ni abusado de lo público, que jamás he hecho nada de lo que tenga que avergonzarme.

Durante los últimos meses oímos a algunos sorprenderse por las estrategias para descalificar opositores y sacar contendores de la carrera política. ¡Cómo me sorprende que ninguno tuvo, en su momento, hace 2 años, solidaridad conmigo! Fueron pocas las llamadas solidarias que recibí, cuando ese guion para sacar del ruedo a contendores lo iniciaron conmigo.

Agradezco a la gente sencilla que, en cada recorrido por el país, se acercó con cariño genuino y gratitud sincera a expresarme su apoyo. A pesar de las borrascas, de tantas embestidas con las que intentaron doblegarme, hoy puedo, como pocos, mirar a los ojos a todos los colombianos y decirles que les cumplí, que trabajé incansablemente por todos y que, a pesar de no tener presupuesto propio en la Vicepresidencia, toqué puertas de cooperación internacional, del sector privado y de otras entidades del Gobierno para dejar andando iniciativas de emprendimiento, a favor de las mujeres, en todos los departamentos de Colombia.

También puedo decir a los colombianos que, desde mi condición humana, tuve errores –cómo no reconocerlos–, sobre todo una gran impaciencia de querer hacer más, rendir más, a costa de mis propias capacidades y el doble del esfuerzo de quienes trabajaron conmigo. A ellos, mi gratitud y mis disculpas porque sé que muchas veces exigí más de lo que era posible lograr. Aun en medio de las tormentas, logré, con todo mi equipo, mantenerme firme y dando resultados al país. Hoy, a pesar de todo, me siento más colombiana que nunca, como el lema que propuse para la conmemoración de los 200 años de independencia.

Me quedan la sonrisa de aquella mujer emprendedora del Vichada, la mirada esperanzadora de los trabajadores informales de Cúcuta, Barranquilla, Popayán y tantas ciudades que recorrimos con nuestro Laboratorio Social de Inclusión Productiva; la emoción de los niños que me recibieron con cariño en las diferentes regiones de Colombia, el cálido apretón de manos de nuestras comunidades indígenas, el abrazo de tantas mujeres de todas las etnias y condiciones. ¡Ese es el retrato que me llevo en el alma: tantos colombianos que, con entusiasmo, salen a trabajar cada día para construir país desde sus pequeños o grandes entornos!

Me llevo la satisfacción del reconocimiento a Colombia en las distintas presentaciones internacionales donde demostré que nuestro país tiene una gran fortaleza, gracias a la solidez de nuestras instituciones, a la estabilidad de nuestra democracia y de nuestra economía. Siempre que busqué atraer inversión, logré aplausos que nunca busqué para mí, siempre fueron para Colombia y sus empresarios.

Me enorgullece hacer parte de esta Nación y haber podido servir en circunstancias adversas, en las que acompañé al presidente Iván Duque a capotear tormentas y temporales, derivados de la pandemia, la crisis por el cambio climático, las protestas sociales válidas, infiltradas por vándalos que se dedicaron a desestabilizar el país, y por supuesto, los recientes impactos que ha tenido la guerra Rusia-Ucrania.

¡Servir a Colombia fue una oportunidad gratificante! Sin duda, el mayor privilegio de mi vida. A Colombia me debo, como aprendí hace 20 años de nuestros soldados: con honor, integridad y lealtad. La fortaleza la mantendré siempre muy en alto, gracias al ejemplo de integridad de mis padres, el apoyo de mi familia, mi esposo, mi hija, mi nieta, mi sobrina nieta y de la fe infinita en Dios. ¡Gracias, Colombia!

Columna publicada en El Tiempo
https://bit.ly/3BZsbsH

La equidad de género es uno de los legados transformacionales más valiosos de este Gobierno, consolidada hoy como política de Estado. Cumpliendo nuestro compromiso con las colombianas, el pasado 18 de abril, se aprobó el documento Conpes 4080 “Política pública de equidad de género para las mujeres: hacia el desarrollo sostenible del país”, resultado del trabajo sistemático que realizamos desde la Vicepresidencia de la República, con la Consejería presidencial para la Equidad de la Mujer en todas las regiones de Colombia. Durante este cuatrienio, impulsamos, además, una agenda legislativa robusta, con sello de mujer.

Este documento -histórico en nuestro país- tiene como base los resultados que alcanzamos en los últimos cuatro años para el empoderamiento de las colombianas, proyectados en un ambicioso plan de acción, con recursos indicativos que constituyen un precedente en materia de presupuestos, destinados a las mujeres y al cierre de brechas. Se trata de una hoja de ruta para los próximos 8 años, con el objetivo de que, en 2030, Colombia sea líder indiscutible a nivel internacional del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5: Equidad de Género.

En este derrotero, se consagran políticas y programas de empleo en emprendimiento, educación, mitigación de la pobreza, desarrollo digital, salud y bienestar de las mujeres, así como promoción de su liderazgo en el sector público y privado, prevención y atención de violencias. Además, se puso especial cuidado en las apuestas de las mujeres en la agenda de paz y seguridad, incluyendo aspectos que yo misma he impulsado como el Programa Integral de Garantías para lideresas y defensoras de derechos humanos, y un mayor reconocimiento y promoción de la Fuerza Pública.

Quiero destacar, además, que este Conpes fortalece el Fondo Mujer Emprende, como instrumento de política pública que permite a las emprendedoras de Colombia acceder a capital inteligente; le apuesta a la posibilidad de que las regiones inviertan recursos de regalías en proyectos productivos de mujeres e implementen políticas para el cierre de brechas; así como la creación de una ruta de inclusión productiva para las mujeres en condición de pobreza, que les permita salir de la zona de vulnerabilidad y les asegure un ingreso digno y sostenible.

Como Vicepresidenta, lideré el Pacto de Equidad de la Mujer Rural, por eso mismo, me parece tan importante que este documento tenga como componente transversal un conjunto de acciones dirigidas a las mujeres que viven y trabajan en el campo en condiciones adversas.

En este Conpes, participaron 39 entidades de todos los sectores del Gobierno, lo cual garantiza un abordaje integral de los seis ejes de los derechos de las mujeres, así como el fortalecimiento de la institucionalidad de género a nivel nacional y territorial. ¡Hemos dejado plasmadas las condiciones institucionales, presupuestales y programáticas para que la creación del Ministerio de las Mujeres sea realidad!

Estoy convencida del nexo indisoluble entre el liderazgo de las mujeres y el desarrollo sostenible del país. Tal como lo planteamos en el Foro M, llevamos cuatro años trabajando para que las colombianas sean agentes de transformación, protagonistas de la agenda internacional, del crecimiento económico y de la construcción de la paz que Colombia merece.

Publicada en diario La República
https://bit.ly/3zNIWnU

La vicepresidenta hizo un balance de su gestión. Le recomienda a su sucesora no dejarse ‘distraer’. 

Apenas restan dos semanas para que el gobierno del presidente Iván Duque entregue el poder al presidente electo Gustavo Petro. En cuatro años, Marta Lucía Ramírez, la vicepresidenta y canciller de la Nación, acompañó la gestión en diferentes ámbitos, entre ellos, diplomáticos y de relaciones exteriores. 

Ahora, a pocos días de que finalice su cargo en el alto Gobierno, le hace recomendaciones a la vicepresidenta electa Francia Márquez, quien tendrá la tarea de retomar asuntos que quedan pendientes y también acompañar la jefatura de Petro con nuevas iniciativas por el próximo cuatrienio.

¿En materia de relaciones internacionales, cómo entrega la Cancillería?

Le dejamos a Colombia la certeza de que hemos fortalecido muchas relaciones estratégicas en temas cruciales para el corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo, La relación con Estados Unidos tiene un nivel que era impensable hace 10 o 5 años, pues el estatus de aliado estratégico nacional no miembro de OTAN, declarado tanto por el presidente Biden, como por el Congreso de Estados Unidos, tendrá una gran transcendencia para nuestros países. Igual sucede con la Unión Europea, con quienes firmamos un Memorando de Entendimiento basado en una Agenda de Cooperación y Diálogo Político y Sectorial, reforzado para la próxima década.

¿Y con la región?

Dejamos consolidada nuestra relación con América Latina, que tiene una proyección muy positiva a nivel bilateral, afianzamos nuestra participación en los mecanismos de integración hemisférica y regional: el liderazgo de Colombia en la Presidencia de la CAN, Prosur y Alianza del Pacífico, con resultados tangibles en beneficio de la integración, pero sobre todo de nuestros ciudadanos.

Hicimos un llamado permanente a la integración de la región, mediante una relación más profunda con la comunidad empresarial de nuestros países, impulsada por reglas de juego claras y estables para la inversión, de cara al desarrollo de cadenas de producción regional con insumos y procesamiento de diferentes países latinoamericanos. El objetivo ha sido promover un crecimiento económico sin precedentes y convertirnos en despensa para la seguridad alimentaria de buena parte del mercado internacional.

“El objetivo ha sido promover un crecimiento económico sin precedentes y convertirnos en despensa para la seguridad alimentaria”

América Latina tiene la amenaza constante del populismo que afecta el progreso y al desarrollo de todas nuestras naciones y se aprovecha del temor y la insatisfacción ciudadana para generar más descontento y rechazo a los gobiernos, al sistema económico, los partidos políticos, la institucionalidad en general, y de esta manera colocar una nube negra sobre el futuro de la democracia. Por tanto, la defensa de los valores democráticos y las libertades a nivel regional e internacional fue uno de los sellos de nuestra política exterior.

También elevamos ante el mundo la voz de Colombia con la política de equidad y empoderamiento de las mujeres, enfocada en la autonomía económica para cerrar el espacio a la violencia de género.

¿Y con otras zonas del mundo?

Quiero destacar la profundización de lazos con Asia, especialmente el relacionamiento económico y político con India, Corea del Sur, China, Indonesia. Caso especial es también la relación que hemos elevado, a un nivel sin precedentes, con Turquía.

Termino enfatizando en la priorización que hicimos, durante el año que estuve al frente de la Cancillería, de una agenda de diplomacia sanitaria, gracias a la cual solicité y obtuvimos, la donación de 16 millones de vacunas por parte de Estados Unidos, Alemania y España, que fueron fundamentales para la reactivación económica. Y en materia de transición energética, avanzamos en la transformación de la matriz hacia fuentes de energías renovables no convencionales como la solar, la eólica y el hidrógeno verde.

“Avanzamos en la transformación de la matriz hacia fuentes de energías renovables”

¿Siente que en lo que tiene que ver con Venezuela, finalmente no se logró nada?

Nuestro gobierno ejerció un liderazgo internacional, determinante para visibilizar la dictadura de Venezuela y generar acciones a nivel global para lograr el regreso de la democracia a nuestra hermana nación, lo cual se ha demorado más de lo que cualquiera hubiera esperado. Más de 60 países a nivel mundial son conscientes de la delicada crisis humanitaria que sufre el pueblo venezolano, producto del poder de facto que cercenó todos los derechos democráticos de sus ciudadanos, desencadenando una crisis migratoria sin precedentes en este hemisferio, que ya ha superado la cifra de 6 millones de personas que han huido de Venezuela. Por tanto, buscamos contribuir a una solución pacífica y constitucional que promoviera el retorno a la democracia.

Ese liderazgo sirvió para que la Corte Penal Internacional diera inicio formal a una investigación sobre crímenes de lesa humanidad y violaciones sistemáticas a los derechos humanos en Venezuela, siendo este un hecho sin precedentes en nuestra región y que dará sus resultados en los tiempos por venir; sin duda, logramos fortalecer una profunda relación de hermandad con todo el pueblo venezolano, gracias a nuestro Estatuto de Protección Temporal para 2 millones de migrantes, el cual, es hoy un referente internacional y un legado para el mundo.

¿Qué previsiones cree que se debe tener en la medida de que es un hecho el restablecimiento de relaciones?

Debemos recordar que fue el régimen de Nicolás Maduro, quien rompió las relaciones diplomáticas y consulares con Colombia, desde antes del inicio de nuestro Gobierno y en febrero del año 2019, expulsó a todo nuestro personal consular de ese país en 24 horas. Y si nos adentramos en la historia, debemos recordar que tanto el gobierno de Chávez como la dictadura de Maduro han tenido relaciones abiertas de apoyo a los miembros de los grupos terroristas de las Farc y el Eln, Es bien conocido el papel que juega Venezuela en el desarrollo del narcotráfico, que ha establecido allí las rutas logísticas hacia todos los mercados del mundo y, por supuesto, el abrigo que ha dado a los grupos terroristas, en clara violación de lo dispuesto en la resolución 1373 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Por tanto, las prevenciones frente al restablecimiento de relaciones con una dictadura que vulnera derechos fundamentales y apoya, tanto al narcotráfico como al terrorismo, deberían ser todas. ¡Es un craso error de los demócratas, subestimar a los autócratas!

Entendemos y apoyaremos los esfuerzos de varios miembros de la comunidad internacional y del grupo de contacto para apoyar una transición pacífica hacia la democracia, pero me temo que, si no se fija una fecha cierta para una elección presidencial transparente y libre, en la cual la comunidad internacional apoye la reconfiguración del registro electoral de las autoridades electorales, lo que veremos es la consolidación de la dictadura mientras todos los gobiernos del grupo de contacto se vuelven parte del pasado.

¿Siente que Estados Unidos nos dejó solos en el caso con Venezuela, como lo afirman varios sectores?

Hoy en día existe un rechazo común hacia los regímenes autoritarios, que pretenden normalizar la toma indefinida del poder, acallar la oposición y la prensa, tomar el control de la justicia y cometer crímenes de lesa humanidad, como ha ocurrido en el caso de Venezuela. En ese sentido, estados Unidos y Colombia son aliados cercanos que comparten ideas y valores y la defensa irrestricta a la democracia en la región, sin perder de vista la intención del régimen de Nicolás Maduro de legitimar su infamia al destruir tanta riqueza y el derecho a la libertad de 35 millones de personas.

Estados Unidos es uno de los principales cooperantes de Colombia y no nos ha dejado solos, porque además son conscientes de que, muchos de los 2 millones de migrantes venezolanos que han encontrado abrigo en nuestro país, procurarían desplazarse hacia Estados Unidos, si nuestra estabilidad se ve afectada.

Parte del proceso que hoy en día debe ejecutar la Cancillería está con el tema de las relaciones comerciales, ¿de eso qué se avanzó?

Al asumir la Cancillería, me di a la tarea de fortalecer la diplomacia económica y comercial en las misiones diplomáticas para apoyar más eficientemente la tarea del Ministerio de Comercio Exterior y Procolombia, trazamos metas propias para las misiones, le pedí a cada Embajada asignar un funcionario como enlace con el sector privado colombiano, el Ministerio y Procolombia, y a la fecha, hemos desarrollado 50 planes de negocios con un potencial enorme en materia de inversión extranjera directa y exportaciones.

Retomamos CO-nectados, una herramienta creada en 2019 para articular esfuerzos en el mercado internacional, que carecía de impacto en las metas económicas. Por ello, a mi llegada y atendiendo las recomendaciones de la Misión de Internacionalización, nos fijamos metas claras, cuyos resultados son evidentes, según cifras de Procolombia.

Estoy convencida de que la elaboración de planes económicos con las 62 embajadas, fue útil y se está reflejando en el buen comportamiento de las balanzas comerciales, en nuestras relaciones bilaterales y el aumento en la inversión extranjera, del orden de 3.272 millones de dólares, así como en exportaciones de 3.229 millones de dólares para enero de 2023.

“La elaboración de planes económicos con las 62 embajadas, fue útil y se está reflejando en el buen comportamiento de las balanzas comerciales”

¿El nuevo canciller parece más concentrado en los temas de la paz que en los asuntos comerciales, le preocupa eso?

Es apenas natural que cada gobierno priorice temas en la política exterior, conforme a su agenda. Sin embargo, debemos tener claro que la política exterior de Colombia, es una política de Estado, enfocada en la promoción de los valores democráticos, el desarrollo económico, la sostenibilidad y la paz.

Por ello, la agenda estratégica, múltiple y diversa de las relaciones internacionales de un país como Colombia, no se pueda volver monotemática. No podemos limitar el liderazgo que hoy ciertamente tiene nuestro país en varios escenarios internacionales, en toda la transición energética, sostenibilidad ambiental, en el tema de los océanos, en equidad de género, que nos permitirá seguir aumentando las exportaciones y la inversión extranjera, atraer turismo internacional e influir más en los escenarios multilaterales. Hemos dejado de ser el país problema del narcotráfico, para convertirnos en un actor proactivo e innovador en todos estos temas que enumero. ¡Colombia debe mantener el protagonismo internacional que merece, y del que goza, hoy más que nunca!

¿Qué queda pendiente en la cancillería en materia de tareas por ejecutar?

Cuando asumí la cancillería hace un año, realizamos un ejercicio de planeación estratégica con casi un centenar de acciones claves para realizar antes del 7 de agosto de 2022. El avance de esas acciones ha significado un trabajo enorme en materia bilateral, multilateral y en cooperación, con un cumplimiento del 96%.

Como señalaba anteriormente, la política exterior de Colombia es una política de Estado que transciende los gobiernos y tendrá que seguir avanzando en temas como la profesionalización del servicio exterior, con más embajadores de carrera diplomática en cargos de Dirección en las embajadas y misiones; seguir posicionando a Colombia en la cooperación sur – sur, como oferente de asistencia a Centroamérica, el Caribe y algunos países de África y Asia; continuar el proceso de diversificación de nuestras relaciones bilaterales, con aliados no tradicionales del país en Europa, Asia, África y Oceanía; seguir avanzando en liderazgo mundial en materia ambiental, y por supuesto, consolidarnos como un referente hemisférico de estabilidad democrática, equidad de la mujer y promoción y defensa de los derechos humanos.

Desde la vicepresidencia usted trabajó mucho en lo que tiene que ver con los avances para la mujer, ¿qué destaca?
Soy una convencida de la causa de la mujer, porque a través de ella, asumimos la causa de la familia, de los hijos, la de la comunidad y la de la sociedad entera. ¡Esta es la causa de Colombia!

En efecto, trabajé mucho con un equipo pequeño, pero extraordinario, desde la Vicepresidencia y la Consejería para la Equidad de la Mujer, que tuvo como Consejera el primer año a Ana María Tribín, y los últimos tres, a Gheidy Gallo. Construimos una verdadera política de Estado para lograr una verdadera equidad de género, que prioriza la autonomía económica de las mujeres para aprovechar su capacidad intelectual y laboral, aumentar su autoestima y eliminar la violencia de género. Fueron muchas las semillas que dejamos germinando y otras produciendo frutos, volcándonos a las zonas rurales para derrotar taras sociales y empoderar a las mujeres emocional, económica y políticamente.

Quiero destacar uno de los programas más maravillosos que dejamos andando desde la Vicepresidencia y al Consejería, con apoyo de gobiernos regionales: las Casas de Mujeres Empoderadas, que han llegado a 37 poblaciones de Colombia con asesoría psicológica, consultorios jurídicos, formación tecnológica y acompañamiento en los planes de negocios para tener un país de emprendedoras. Ya hay ocho proyectos productivos en marcha, que nos dan esperanza y nos confirman que toda semilla que se pone en manos de las mujeres da fruto abundante. Al finalizar este año, debe haber 50 Casas en total, que dejamos en proceso para una pronta apertura, como un legado de la Vicepresidencia de la República.

“Por primera vez, tenemos un instrumento financiero para acompañar emprendimientos de mujeres”

Vale subrayar, además, el Fondo mujer emprende: por primera vez, tenemos un instrumento financiero para acompañar emprendimientos de mujeres, de manera que puedan convertirse en empresas escalables, rentables, sostenibles y perdurables. En total, logramos impactar a 1.937.260 mujeres de áreas rurales y urbanas con generación de oportunidades de emprendimiento y con la inclusión del enfoque de género en la red de prestadores de servicio público de empleo, con la generación de oportunidades de trabajo para 983.688 mujeres.

De la mano de la academia, creamos la Escuela de Formación Política y liderazgo para las mujeres, con la que hemos logrado capacitar a 5.000 colombianas en el buen ejercicio de lo público, en la responsabilidad de aspirar al mejoramiento de la sociedad desde el buen manejo del Estado para garantizar los derechos de todos los ciudadanos sin excepción.

La lucha contra la corrupción fue uno de los pilares de su trabajo, pero parece que es una guerra que se está perdiendo en el país.
Lamentablemente, la corrupción ha estado enquistada en nuestra sociedad, en parte por el sistema clientelista de la política, en el cual se desdibuja la ideología de los partidos para privilegiar muchas veces afanes burocráticos, y lo peor, la captura del Estado para contratistas de toda índole, cercanos a los miembros de la clase política en el nivel nacional y territorial. Sé que somos muy pocas las personas que hemos pasado por el Congreso y el Ejecutivo sin estar enviando “recomendados” a distintos ministerios o entidades públicas, ni haber ofrecido nada a cambio de un apoyo para un proyecto de ley o un debate.

Aunque la guerra contra la corrupción no se puede ganar de un día para otro, durante los cuatro años de nuestro gobierno, dejamos un andamiaje sólido en materia de transparencia para prevenir la corrupción y cerrar el espacio a los corruptos. Pusimos a andar iniciativas importantísimas junto con la Secretaria de Transparencia, Beatriz Elena Londoño, como la Red de Transparencia y Anticorrupción (RITA), el portal anticorrupción de Colombia (PACO), el índice Nacional Anticorrupción – INAC, iniciamos una red de 21 observatorios de transparencia y anticorrupción (RENOBA), con igual número de universidades de distintos lugares del país. Todo ello, nos ha permitido afianzar el sistema de denuncias en el sector público e implantar una cultura de la integridad, que esperamos que se consolide en el interior de toda la sociedad.

Adicionalmente, impulsamos la Ley 2195-22, presentada con el apoyo de 25 entidades del Estado, cumplimos, con el Presidente Iván Duque, nuestro compromiso de campaña de sacar adelante leyes para obligar la publicación de las declaraciones de renta de los funcionarios, acabar la casa por cárcel para los corruptos, definir los pliegos tipo para la contratación estatal. Sin duda, este es un proceso de mejoramiento continuo. Aún falta cerrar más espacios, pero estoy segura de que este conjunto de herramientas sin precedentes, aunado a los Pactos por la transparencia con todas las Cámaras de Comercio y los gremios de la producción, hace más viable impedir el paso de los corruptos.

Como siempre, hay lunares: casos que no quisiéramos que se presentarán y justamente por ello tenemos que seguir innovando como sociedad, en el compromiso de lucha contra la corrupción. Este trabajo también debe ser una política de Estado, sin tintes políticos.

En Colombia, hay un puñado de personas y de sectores que han querido hacernos creer que todo es malo, que no hay esperanza, que todos somos corruptos, pero no es así. Tenemos que reconocer las múltiples fortalezas que tiene nuestra sociedad, que tenemos los colombianos, y por supuesto, los logros que hemos alcanzado en 200 años de esta democracia, pero también corregir las fallas, reconocerlas, sin sumirnos en el fango del pesimismo que nos lleva a la inacción, al retroceso y a hundir las esperanzas para nuestro progreso.

La plata de la paz y centros poblados fueron escándalos en los que parece como si el gobierno fuera el último en enterarse. ¿Qué pasó ahí?
En el marco de nuestras competencias, conjuntamente con la Secretaría de Transparencia, pusimos estos casos en conocimiento de los órganos de investigación y control, tan pronto recibimos alertas. Así mismo, se solicitó información a las entidades a cargo y se suscribieron pactos que permitieron mejorar los procesos para mitigar los riesgos de corrupción.

La corrupción siempre es repudiable, venga de donde venga. Es urgente conocer los resultados de las investigaciones para que los responsables vayan a la cárcel. Estos casos ya están en manos de la justicia.

¿Alguna recomendación para la nueva vicepresidenta?

La recomendación es la misma que doy a todas las personas que llegan a un cargo público: no dejarse distraer por halagos efímeros, concentrarse en el servicio, lograr que su trabajo tenga impacto tangible en los ciudadanos, nunca quedarse en anuncios ni buenos propósitos, trabajar muchas horas estudiando, escuchando a la gente de todos los sectores y regiones del país y levantarse todos los días renovada de un infinito amor por Colombia para no dejarse cansar ni sacar del ruedo y servir, servir y servir hasta el 7 de agosto del 2026 a este país maravilloso.

También le aconsejo construir sobre lo que dejamos construido a favor de las mujeres, la política de océanos y transparencia, mantenerse en la medida de lo posible cercana al Presidente Petro y hacer acuerdos claros con él sobre sus roles para potenciar el gran papel de complementariedad –jamás de competencia de lo que significa la Vicepresidencia–, y no permitir que vanidades, ambiciones o aspiraciones los aíslen, sino trabajar todos los días en función de cumplir con los mandatos constitucionales, legales y el compromiso de continuar avanzando por el bien de Colombia en todo lo que significa el desarrollo económico, institucional y social de nuestro país. Eso es lo más importante de todo.

“No dejarse distraer por halagos efímeros, concentrarse en el servicio”

Finalmente, le aconsejo recordar –cada día– que hubo muchos colombianos que votaron por ella, y otros que votaron por la fórmula presidencial gracias a ella. Que en los resultados electorales y en el ejercicio de la responsabilidad para la que los eligieron sus votantes, no cabe el “yoísmo”, sino un liderazgo auténtico del ejercicio del gobierno, por apenas 4 años, convocando y sirviendo a toda la nación: los que votaron y los que no votaron por ellos. Rogamos a Dios que le vaya bien, por el bien de Colombia, recordando que los votos que hicieron que ella y Gustavo Petro ganara la Presidencia, son votos que se deben al servicio de 52 millones de personas, incluyendo a los 2 millones de venezolanos que se encuentran en Colombia.

Estas recomendaciones se las di todas con sinceridad el día que la conocí en nuestra primera reunión de empalme.

Usted tuvo la posibilidad de ser candidata presidencial, pero tomó la decisión de seguir en el gobierno y en últimas se podría decir que los sectores de derecha y centroderecha se quedaron sin un candidato fuerte. ¿Hoy qué piensa de eso?
Mire, servir a Colombia es desprenderse de egos y sobreponer el bien común a los intereses personales. El país estaba afrontando un momento muy difícil en mayo del 2021, cuando yo estaba lista a renunciar para no inhabilitarme y tomar la decisión de una candidatura, así que hice lo que consideré correcto en ese entonces: rodear al Presidente Iván duque y acompañarlo en medio de los desafíos, del temor ciudadano por una pandemia y sus efectos, que se tradujeron en demandas sociales y amenazas claras a la democracia por el vandalismo infiltrado en las legítimas protestas ciudadanas. Yo soy un soldado de Colombia y mi deber era mantenerme firme en la defensa de la institucionalidad, continuando el camino para cerrar las brechas sociales y regionales que han impedido a Colombia convertirse en una potencia económica sostenible de tamaño medio regional, tal como lo propuse en mi campaña del 2014. Esa es la razón por la cual, a pesar de tener la posibilidad, tomé la decisión de continuar en el gobierno.

Más allá de lo que sucedió en la pasada contienda electoral y de lo que se podría haber hecho, creo que la realidad nos deja aprendizajes enormes a todos. Sin duda, todos los gobiernos de los últimos años, y también la sociedad civil tenemos que reflexionar sobre cómo contribuir a darle mucho más estabilidad, confianza y esperanza a la sociedad colombiana. Esto es algo que debemos seguir construyendo entre todos, no es solamente el Gobierno, pero también debemos reconocer que el poder debe estar cada vez más cercano de la gente, demostrando que le preocupa de verdad sus necesidades. A Colombia hay que seguir transformándola desde las regiones, que fue un avance sin precedentes de estos cuatro años.

“Debemos reconocer que el poder debe estar cada vez más cercano de la gente”

De lo que logró hacer, ¿qué resalta y qué cree que le quedo pendiente?

Elijo mirar el vaso medio lleno, y aunque es cierto que siempre sentiremos el deseo de haber hecho más, creo que maximizamos estos cuatro años para dejar un andamiaje robusto en empoderamiento de las mujeres, con el Fondo Mujer Emprende y $58.000 mil millones para financiar empresas escalables de mujeres rurales y urbanas; la política de compras públicas con enfoque de empresas de propiedad de mujeres a través de Colombia Compra Eficiente; también logramos el cierre de la investigación preliminar a Colombia por parte de la Corte Penal Internacional, gracias al reporte voluntario liderado por el Presidente con Camilo Gómez, director de la Agencia de Defensa Jurídica de la Nación; también lo que ya señale anteriormente sobre la red de compliance para la transparencia en el sector público, que fue una gran innovación de política pública.

Finalmente, está el punto donde convergen mi orgullo y mi frustración por no haber logrado más en la política de formalización de vendedores ambulantes o “emprendedores de a pie”, como les llamamos en la Vicepresidencia. Pese a que hoy están avanzando once laboratorios sociales de inclusión productiva, con los alcaldes de Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cartagena, Cúcuta, Ibagué, Montería, Neiva, Pereira, Popayán, y Villavicencio, la meta que nos trazamos, era mucho más ambiciosa. La idea es que esos vendedores que trabajan de sol a sol en las calles, sean parte de cooperativas a las cuales las empresas colombianas les vendan directamente sus productos a precio de distribuidor, y mediante un acuerdo con los alcaldes, tengan un puesto fijo en las calles, desde el cual podrán operar, siempre que estén carnetizados y organizados para que en un período de cinco años, en los cuales se les capacitará con apoyo de la Universidad Minuto de Dios y el SENA, se les apoye en el acceso a la financiación de las entidades de microfinanzas. La idea es que, en ese lapso, hagan su transición plena a la formalidad asegurando un salario mínimo y los aportes a seguridad social. Ello significaría que el tránsito hacia la formalidad se hace visibilizando y dándoles viabilidad a la vida digna de unas personas que tienen una enorme capacidad de trabajo.

El cambio que pidió el país sin duda comenzó hace cuatro años, y esas bases deben ser abonadas para dar frutos a toda la sociedad colombiana. La cosecha que viene es abundante y hay que seguir cuidando lo que hay y sembrando nuevas semillas. Recordemos que las personas en el gobierno somos pasajeras en este tren de alta velocidad que es el servicio público, en el que llevamos 52 millones de pasajeros.

¿De lo que ha visto y de lo que ha escuchado sobre el nuevo gobierno, hay algo que le preocupe?

Para el próximo gobierno, los mejores deseos, esperamos que su trabajo se traduzca en bienestar para todos los colombianos. Nos separan ideologías, visiones del mundo, pero por encima de ello, está el amor infinito a Colombia. Todos los colombianos estaremos atentos a apoyar sus aciertos y señalar oportuna pero constructiva y respetuosamente cualquier riesgo a la estabilidad económica, democrática o a la institucionalidad colombiana. Para ello, hay que ser muy prudentes en que, de verdad, cada decisión se haga procurando unir a este país, a partir de un gran compromiso con el respeto a todas las instituciones legítimas. Ojalá salvaguarden esos legados.

¿Qué sigue para Marta Lucía Ramírez? ¿Vuelve a la política?

Como muy pocas veces lo he hecho a lo largo de mi vida, esta vez necesito tomarme un respiro, sin pensar en compromisos ni responsabilidades para el día siguiente. Vengo de cuatro años frenéticos, con agendas día y noche; el último año con dos trabajos y sin escatimar esfuerzos para cumplirle al país. Lo primero ahora será recuperar el tiempo con mi esposo, mi hija, mi nieta, mi familia, mi papá, mis hermanos, mis sobrinos y mi sobrina-nieta que, pacientemente, me dieron todo el espacio para servir a Colombia.

“Quiero darme el tiempo de saborear un café, mirar el atardecer y rodearme y llenar el espíritu con el amor de mi familia”

Quiero darme el tiempo de saborear un café, mirar el atardecer y rodearme y llenar el espíritu con el amor de mi familia, seguir soñando con nuevos amaneceres en los que no tenga que levantarme en la pesadilla de un sinfín de calumnias y ataques personales a mí y a mi familia, con infamias y mentiras, como creo que no lo ha sufrido ningún otro político en Colombia. Infortunadamente, ha hecho carrera la estrategia de desprestigiar a las personas a través de las redes sociales, y en algunos casos, por parte de algunos pocos, que a pesar de tener carnet de periodista, han tenido agendas personales, llenas de amarillismo, odio y calumnia para hacerse célebres y cotizarse. Por fortuna, son pocos, pero, lamentablemente, algunos micrófonos han dado lugar a ese coctel, que junto con el manejo de las redes sociales, hoy genera mucha preocupación sobre el futuro de la democracia, como dice el filósofo Byung Chul Han.

En todo caso, desde donde esté, Colombia seguirá siendo mi causa.

Publicada en El Tiempo
https://bit.ly/3PgBSFS

La vicepresidenta y canciller colombiana ahonda en los fuertes vínculos que ambos países han mantenido por 200 años y dice que los retos del contexto global serán parte del diálogo de esta asociación estratégica binacional.

Marta Lucía Ramírez

Vicepresidenta y canciller de la República de Colombia

Somos dos países andinos, miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que compartimos el privilegio de contar con naciones jóvenes, talentosas y en crecimiento, nos destacamos por la riqueza en activos naturales estratégicos, con una importante proyección comercial al Asia Pacífico, con altas capacidades productivas en la agroindustria, servicios, infraestructuras físicas competitivas e instituciones democráticas sólidas abiertas a las demandas sociales de cada país.

La hermandad que nos ha unido en estos 200 años se ha forjado tras superar desafíos históricos, por una absoluta convicción democrática y el compromiso irrenunciable de construir sociedades más justas, incluyentes y sostenibles.

A lo largo de estos dos siglos de historia republicana, ambos países han recorrido extensos caminos con el propósito de consolidar un Estado de derecho sólido, una institucionalidad democrática robusta, economías prósperas y productivas al servicio del bienestar y la cohesión social de sus poblaciones. Cuando se hace un recuento de los hitos históricos en este bicentenario de la relación entre ambas naciones, encontramos que el comercio es uno de los pilares esenciales de este vínculo diplomático que nació con la firma del Tratado de Amistad, Liga y Confederación, cuyos 200 años celebraremos el próximo 21 de octubre. En efecto, el 16 de febrero de 1844 se suscribió el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre la República de la Nueva Granada y la República de Chile. Más de un siglo después, el 19 de marzo de 1970, se suscribió el convenio para evitar la doble tributación de las empresas de navegación aérea y marítima en el sector de impuestos sobre la renta y capital, y el 27 de noviembre de 2006 suscribimos el Acuerdo de Libre Comercio que entró en vigor el 1 de enero de 2012. No menos importante para este y otros sectores de nuestra agenda internacional, es la Declaración Presidencial de Lima, con la cual los Jefes de Estado de Chile, Colombia, México y Perú establecieron la Alianza del Pacífico el 28 de abril de 2011.

De igual forma, el cuerpo normativo colombiano, que ha permitido construir un Estado Social de Derecho férreo, tiene por antecedente el Código Civil del jurista Andrés Bello, el cual fue adoptado por los Estados de la Confederación Granadina y luego por la Unión. Y qué decir de la cooperación para la defensa de las instituciones e integralidad del territorio, por lo que he de recordar la deferencia de Chile en 1885, cuando acudieron a la defensa de los intereses de la Unión Colombiana, al suscitarse una crisis con los Estados Unidos. Del mismo modo, gracias al aporte que hace más de dos década Chile brinda al Programa Antártico Colombiano, hemos y seguiremos llegando a la Antártica.

Son 178 años de confianza en la relación comercial y de inversión que, a 2021, alcanzó los US$ 1.090 millones en exportaciones (41% más que en 2020), dentro de las cuales se incluyeron 623,5 millones de bienes no minero-energéticos, lo que ha significado la oportunidad para más de 865 empresas colombianas de exportar sus productos con registros por montos iguales o superiores a US$ 10.000 millones.

En materia de construcción de paz, Chile es el primer y único país latinoamericano que hace parte del Fondo Multidonante de Naciones Unidas para el Posconflicto y del Fondo Fiduciario de la Unión Europea para Colombia. En el mismo sentido, ha brindado un aporte sustantivo con el contingente de las Fuerzas Armadas y de Seguridad chilenas a la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia.

Los acuerdos e instrumentos que suscribimos con Chile tienen una vocación de atemporalidad, con una visión futurista y de prospectiva constructivista. Por citar un ejemplo, el 6 de noviembre de 1914 se suscribió el tratado de extradición entre ambas repúblicas, conscientes de la necesidad de hacer frente a los desafíos de la delincuencia trasnacional. Con esa misma visión, el 24 de septiembre de 2021 se renovó ese compromiso al suscribir una versión actualizada del tratado de extradición que además contempla la evolución de la criminalidad y sus formas de operar.

Finalmente, desde el 16 de agosto de 2011, se suscribió el Memorando de Entendimiento para la Asociación Estratégica entre la República de Chile y la República de Colombia (CAE), mecanismo que institucionaliza la relación bilateral a un nivel superior, en el que hacemos una revisión exhaustiva de todas las aristas de la relación bilateral y del cual se derivan compromisos importantísimos en pro del interés de ambas naciones y de sus conciudadanos.

Grandes retos

El CAE y la celebración de este bicentenario de relaciones diplomáticas nos hacen pensar sobre el futuro que nos depara. El contexto global y los retos que devienen consigo deben situar en el centro de nuestro diálogo político muchísimos temas de especial relevancia, todos los cuales hacen parte de la profundización continua de nuestra asociación estratégica binacional. Bajo esa égida, se incluyen la diversificación y ampliación de la Alianza del Pacífico; la respuesta coordinada e integral a los desafíos migratorios del continente, que incluye el respeto a los principios de humanidad, corresponsabilidad y solidaridad; la efectiva mitigación y adaptación al cambio climático; la protección y aprovechamiento de los océanos, y la transición energética, para lograr un desarrollo bajo en carbono que potencie la competitividad y sostenibilidad en ambos países y la región. No se deben dejar de lado los procesos de admisibilidad sanitaria de productos agrícolas y pecuarios de interés estratégico de cada país, y la potenciación de los lazos económicos, comerciales, de inversión y turismo, que contribuirán a acelerar la positiva reactivación económica y la recuperación del tejido productivo y social afectado por la pandemia, entre otros asuntos.

Estos son algunos de los pilares que han marcado la hoja de ruta de un relacionamiento estrecho pero, sobre todo, estratégico entre nuestras naciones, que deben marcar también un futuro basado en la confianza en las instituciones de uno y de otro lado.

El aniversario número 200 de relación bilateral, será la ocasión para renovar el espíritu de hermandad y entendimiento que une a ambos países. Será también una oportunidad valiosa para aunar esfuerzos hacia el futuro y, de manera mancomunada, trabajar en los desafíos contemporáneos, siempre pensando en el desarrollo de nuestras naciones, el interés de nuestros connacionales y en la importancia de estar al nivel de las demandas globales para heredarles a las futuras generaciones un mundo mejor.

Columna de opinión Publicada en diario Mercurio

La vicepresidenta de la República y Canciller es una de las 50 mujeres poderosas de Forbes Colombia 2022

Bogotá D.C., 6 de mayo de 2022

La bogotana Marta Lucía Ramírez nació un mes antes de que se le permitiera a una mujer votar por primera vez. Desde entonces, tuvieron que pasar seis décadas para que el país tuviera a la primera mujer Vicepresidenta de la República.

La mujer que hoy ostenta esa dignidad y también la de Canciller de Colombia es parte de las primeras colombianas que pudieron entrar a la vida política, un camino que no ha estado exento de los desafíos propios de un país que estaba acostumbrado a ser liderado por hombres. “Sin duda, las mujeres políticas tenemos más obstáculos, entre otras cosas, porque las que ingresamos a la política con la verdadera vocación del servicio público, sin tener familias políticas o ser de un clan político, nos encontramos con las zancadillas que muchas veces procuran impedirnos continuar en esa aspiración”, dijo la vicepresidenta.

De 67 años y abogada de profesión, empezó su carrera en el sector privado y luego saltó al público porque le parecía que ahí su trabajo podría tener un mayor impacto. “Desde mi experiencia en el Ministerio de la Defensa entendí que el mejor servicio, el más difícil y desafiante es la política. Fue cuando tomé la decisión de lanzarme a hacer una carrera en esta tarea y a buscar, desde el escenario electoral, ser elegida por los colombianos”, cuenta en conversación con Forbes.

La vida pública

Empezó trabajando como patinadora jurídica en la Superintendencia Financiera, después estuvo por años en el sector privado como presidenta de Fedeleasing y presidenta de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif). En el Gobierno de César Gaviria le ofrecieron ser directora de Incomex y allí empezó su vocación por el sector público.

En su vida pública también fue senadora e impulsó, entre otros proyectos, la Ley de Cuotas en Colombia, un hito para la participación política de la mujer en Colombia, pues establece una participación mínima de las mujeres en cargos públicos. “Siendo senadora, establecimos por primera vez la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer en el Congreso. En ese momento dimos juntas la batalla por lograr; primero, la cuota del 30% de las mujeres en las listas al Congreso, y segundo, la Ley 1285 del 2006. En esa Ley logramos nosotras, entre otras cosas, que el delito de violación sexual se convirtiera en un delito investigable de oficio y no requiriera querella de parte”.

Fue viceministra de Comercio Exterior, ministra de Comercio Exterior y ministra de la Defensa, y ahora ocupa el segundo cargo más importante que tiene el poder ejecutivo en Colombia, junto al de Ministra de Relaciones Exteriores. La corrupción y la equidad han sido su bandera.

“Me siento muy satisfecha porque diseñamos una política pública que tiene reconocimiento internacional. En ambos campos diseñamos programas e instrumentos muy valiosos que ojalá tengan continuidad, pero lamentablemente no existe un presupuesto asignado a la Vicepresidencia, situación que dificulta el logro de resultados en el corto y mediano plazo, pues el equipo debe enfocarse también, no solo en la formulación de política pública, sino en la consecución de los recursos que las financien”, cuenta.

A días de terminar este gobierno confiesa a Forbes que, aunque ha recibido varias propuestas del sector público y privado, lo primero que hará será tomarse unos días de descanso con su familia.

Publicado en Forbes
https://bit.ly/3vUjo7E

La defensa de Colombia ha sido con el objetivo de defender nuestros intereses en el Mar Caribe

Por Marta Lucía Ramírez
Vicepresidenta y Canciller de la República

El próximo 21 de abril la Corte Internacional de Justicia dará lectura al fallo de fondo en el marco de la demanda de Nicaragua contra Colombia, del 26 de noviembre de 2013. La Corte revisará la supuesta responsabilidad internacional de Colombia por la eventual violación de derechos y espacios marítimos de Nicaragua. De ninguna manera se trata de un caso de delimitación marítima ni de soberanía territorial.

La Corte examinará las reclamaciones nicaragüenses según las cuales Colombia supuestamente habría violado el derecho internacional por las siguientes razones: no haber dado aplicación al fallo del 19 de noviembre de 2012; las operaciones realizadas y la presencia de la Armada Nacional en el Mar Caribe; y la expedición del decreto que estableció la zona contigua integral en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Además, en el ámbito de este proceso, Colombia sometió ante la Corte dos contrademandas según las cuales: (i) Nicaragua ha violado los derechos de pesca de los habitantes del archipiélago, en particular de la comunidad raizal, para acceder y explotar sus bancos de pesca tradicionales; y (ii) ha violado el derecho internacional al expedir un decreto que fijó unas líneas de base a partir de los cuales mide sus espacios marítimos en el Mar Caribe, buscando adjudicarse de forma unilateral, áreas marinas en detrimento de Colombia y de otros Estados.

El presidente Iván Duque tomó la decisión de mantener la política de Estado que, frente a los asuntos con Nicaragua, se había definido de tiempo atrás.

Nuestra defensa se ha centrado en evitar que Nicaragua limite los derechos de Colombia en el Mar Caribe suroccidental. De manera concreta, esto se manifiesta en ratificar y defender la soberanía nacional en el archipiélago, su unidad e integridad; continuar adelantando las actividades de lucha contra los delitos transnacionales en esa zona; procurar la protección del medio ambiente marino (la Reserva Seaflower y el Área Marina Protegida); y defender los derechos de pesca tradicionales.

De manera separada, en el marco de otro proceso, también iniciado por Nicaragua en contra de Colombia en 2013, la Corte está examinando la reclamación nicaragüense para que se establezcan los límites entre una supuesta plataforma continental, que dicho país alega tener más allá de sus 200 millas, y la plataforma continental de Colombia. En los próximos meses la Corte debe citar a las audiencias para este caso y emitir un fallo con posterioridad.

Los dos procesos en curso de Nicaragua contra Colombia ante la Corte ya estaban muy avanzados cuando comenzó el actual gobierno. El presidente Iván Duque tomó la decisión de mantener la política de Estado que, frente a los asuntos con Nicaragua, se había definido de tiempo atrás. Esto se manifestó principalmente en dos aspectos: por una parte, en relación con el primer proceso de Nicaragua contra Colombia ante la Corte, iniciado en 2001 y concluido con el fallo del 19 de noviembre de 2012, en donde se reiteró la posición colombiana, según la cual, dicho fallo, en cuanto modificó los límites marítimos, no es aplicable en el ámbito interno y su implementación requiere de un tratado con Nicaragua. Esta posición se desprende de nuestra Constitución Política y así fue ratificado por la Corte Constitucional.

Y por la otra, en relación con los dos procesos actualmente en curso, se ratificó al equipo que había sido designado por el gobierno anterior, conformado por el agente, el coagente, y los abogados internacionales especialistas en litigios ante la Corte. Además, se mantuvo y se fortaleció la participación del Equipo Raizal en la estrategia, que ha sido fundamental. La defensa de Colombia ha sido clara, enfática y coherente, y siempre con el objetivo de defender los más altos intereses de nuestra nación en el Mar Caribe.

Columna publicada en El Tiempo
https://bit.ly/3uYXeRe​

Colombia backs peace treaty with FARC but deal fails to oblige group to ‘real commitment,’ says Marta Lucia Ramirez

Ankara, 2 de abril de 2022

The peace process between Bogota and the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC) depends on the rebel group’s being “committed to being 100% legal,” said Colombian Vice President Marta Lucia Ramirez.

Underlining that the process to have peace is not “interesting enough” for a group that has been involved in narco-trafficking for 50 years, Ramirez told Anadolu Agency that the government supports the peace deal signed in 2016 but the agreement fails to oblige FARC to “real commitment” to bring information about cartels, producing and marketing drugs.

“They were not obliged to provide information about their assets abroad, in Colombia and in different parts of the world,” she said. “They were not obliged to provide information about types of drugs, how they are produced and how they are marketing to the entire world.”

“So that’s why we were critical about this aspect of the peace treaty with FARC and that’s why we said it was not real peace. Because when you have drugs you have no peace. When you have drugs, you have violence, you have murders and that’s what Colombia has been suffering,” she said.

On assassinations of the former FARC members, Ramirez said that those people were killed by their former allies only because they showed commitment to the government by leaving narco-trafficking.

“So this is the main reason why we are having these murders of former combatants so far. And for us, this is very frustrating because we want the people who really leave drugs and who really are committed to peace to survive,” she said.

Noting that since peace negations began, more than 12,000 people left the rebel group, she said 92% are currently involved in economic rights and social activities, and they are having a legal life.

“If they are committed to being 100% legal, and if they’re 100% committed to respecting law … I am ready to accept that they don’t go to jail,” she added.

Ramirez, who is also the foreign minister, asked for better cooperation against drugs from the international community, saying it is key for Colombia to have “real and sustainable peace.”

Russia-Ukraine conflict’s effect on Colombia

Reiterating Colombia’s stance that rejects the Russian “invasion” of Ukraine, Ramirez said Russia’s war not only costs human lives but causes worldwide economic damage as inflation rates and prices, including oil, gas and different natural resources, are on the rise.

She said economies are already devastated by the coronavirus pandemic and now are challenged by Moscow’s “unfair” war on Kyiv.

“So what we expect is that the international law will be respected. What we expect is that this war ends as soon as possible because nobody deserves to be killed and to be expelled from their own country,” she said.

Ramirez stressed that the main concern for Colombia is the production of grain and that is why the country has to try to fill the gap with other markets, as well as increase local production.

Moscow’s Black Sea blockade delays crucial grain exports and the UN voiced concern that it may cause a deepening hunger crisis in countries such as Yemen and Ethiopia.

But Ramirez noted that “Colombian grain relation with Russia has been very low, very small. So we wouldn’t have very big direct consequences.”

On oil and gas prices she said Colombia produces both but it is “not a big exporter.”

“And people think maybe the countries that produce (oil and gas) are going to benefit because prices go up, but I think nobody is going to benefit, because no matter if you’re receiving more money with higher prices of oil or gas, at the same time, you’re paying a very high cost because this inflation in the entire world,” she said, stressing that “nobody is having any benefits.”

It is affecting everybody and that is why it needs to be solved as soon as possible, she added.

She also underlined Turkiye’s leadership role in mediation and to find a solution to end the war, saying Colombia sees it as “very positive.”

Colombia-NATO relations

Asked whether Colombia is considering seeking full NATO membership after Russia’s war in Ukraine, Ramirez said it is “something that we haven’t considered yet.”

She added that Bogota finds it “okay” to keep the global partner status that it assumed five years ago.

Colombia has “very positive relations with almost all the members of NATO,” she noted and said the government recognizes that it is an “important” alliance as members support each other in trying to ensure peace in the world and sharing information about possible threats against any members of the international community or the members of the alliance.

She said nowadays, there are so many different threats, including cyber security and terrorism and Colombia has “suffered a lot” from terrorism.

Presidential elections

Regarding the upcoming May 29 presidential elections in Colombia, Ramirez said her country is “the most stable democracy in Latin America,” because it has had democracy when other regional countries have dictatorships.

“So this is the value for us to have a democracy and no matter who the Colombians choose in the next elections it’s important that we are to stand for democracy,” she said.

Noting that Colombia used to have “very high levels” of extreme poverty, she said in the last 25 years, it has been reduced.

“Unfortunately, now, because of COVID-19, we went back like 10 years in terms of the reduction of poverty,” she said. “But for us, it’s clear that only through a good democracy and a good economy we can improve the conditions of life for Colombians.”

“So the decision that Colombians to take in the next elections gonna be the decision that will maintain the stable democracy,” she said.

Migration issue

Migration is an issue that Colombia and Turkiye have in common, the vice president said. It is also something that both countries “have to be proud of” for showing solidarity to Venezuelan and Syrian refugees.

Ramirez warned about the new migration flow from Ukraine to many countries.

“We have to think how to handle migration, how to prevent it and how this migration that comes with the violence is different than migration that comes with the lack of opportunities.”

She emphasized that every country has to be responsible to provide opportunities to their citizens while trying to provide migrants and their families with better conditions.

Bogota “cannot act carelessly” about migrants who use the country as a transport route to the US and Mexico due to Colombia’s geographical position located in the middle of Latin America, she said, adding it can also cause a collapse of those countries.

First, we need to figure out how to prevent migration, second, how to help people who have this process of migration, and then how to provide housing, jobs and school for their children, she said.

Giving the example that Colombia still has a double-digit unemployment rate because of the pandemic, she said “it’s too difficult to provide jobs to all of Venezuelans in Colombia but we said that we are going to try, we are going to do the best effort in order to give them the opportunity.”

She noted that Colombia has temporary protection status for migrants in common with Turkiye, saying it began more recently than Turkiye.

“We have to learn from the Turkish experience,” she said, as that country hosts 4 million refugees, mostly Syrians — more than any other country in the world.

According to date from the World Bank, an estimated 1.7 million people from Venezuela live in Colombia — about 32% of all Venezuelan migrants in Latin America.

She urged the international community to financially help countries like Turkiye and Colombia instead of only applauding their “great” work in handling because the huge number of migrants can have a heavy toll on the budget of the countries.

Entrevista publicada en Américas
https://bit.ly/3uTmpmW

Por Marta Lucía Ramírez
Vicepresidenta y Canciller

Cuenta Rosario Marín, primera tesorera inmigrante de Estados Unidos y exalcaldesa de Huntington Park, que –a sus catorce años– habiendo migrado de México a ese país, tuvo que forjarse un camino a pulso, retador frente a los prejuicios machistas que han privilegiado la educación de los hombres frente a la de las mujeres y que han frustrado los anhelos de tantas niñas en el mundo. Con convicción, esfuerzo –y a veces llanto– construyó una historia de éxito e inscribió su nombre en un país que no era el suyo, pero que acogió su talento. Hoy sentencia con vehemencia: “No importa dónde empiezas, tú como la nata subes, pero te la tienes que creer”.

Rosario, cuyo testimonio nos conmovió hasta las lágrimas, fue una de nuestras invitadas de lujo en la IV edición del Foro M, que realizamos en Pereira el pasado 8 de marzo, con más de cuatro mil participantes en formato presencial y virtual. Con cada palabra nos recordó de qué estamos hechas las mujeres, pero también nos alentó a perseverar, hasta que ser mujer deje de ser sinónimo de sacrificios, de lágrimas y de un doble o triple esfuerzo para dar a conocer nuestras potencialidades.

De esta manera, concluimos uno de los ciclos más enriquecedores y fascinantes del trabajo que hemos realizado desde el inicio de nuestro gobierno, para que las mujeres sean parte de la toma de decisiones, líderes de la economía y la política, nos ayuden a tejer puentes de reconciliación y nunca más sufran la violencia machista arraigada por años.

La clave, para nosotros, ha sido fomentar la autonomía económica, como pilar de este andamiaje, y en ese sentido hemos movilizado recursos que permitan a las mujeres emprender e ingresar al mercado laboral. Por tanto, uno de los mensajes claves que quise dejar como reflexión en nuestro Foro M es la necesidad de trascender del discurso políticamente correcto de la equidad de género a la asignación de presupuesto.

En este contexto, anunciamos dos buenas noticias, alineadas con los múltiples programas de apoyo al emprendimiento que tenemos en marcha en las regiones. Con nuestro Fondo Mujer Emprende, y en una alianza con Innpulsa, brindaremos acompañamiento financiero y técnico a 24 emprendimientos de mujeres rurales y urbanas, con recursos por $ 2.500 millones, que permitirán a las beneficiarias mejorar sus capacidades productivas, comerciales e integrarse a cadenas de valor. También con Finagro, abrimos una línea especial de microcrédito que se inicia con $ 3.000 millones y se apalancará con $ 7.500 millones adicionales, para financiar emprendimientos de 2.500 mujeres rurales. ¡Queremos que este tipo de iniciativas se multipliquen e involucren más actores!

A estas buenas nuevas, se sumaron valiosísimas reflexiones, de cara al futuro, de más de 30 panelistas de distintos sectores. Bien lo dijo Gabriela Ramos, Subdirectora de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco, “ya sea que las mujeres susurren, hablen o griten, asegurémonos de que sus voces sean escuchadas”. A su vez, Guadalupe Durán, gerente general de Mastercard Ecuador, dejó en firme una premisa: “La economía mundial se fortalece significativamente cuando hay equidad laboral de género”. Y así, coincidimos todas en que es inconcebible un mundo sin el liderazgo de las mujeres.

Este es un trabajo que no puede ni debe terminar con un gobierno. Por tanto, en este Foro M –que esperamos no sea el último– entregamos a todos los sectores sociales una semilla de esperanza que ya empieza a florecer. Hoy, toda Colombia tiene la responsabilidad de acogerla y regarla a diario para que fructifique, porque solo el día que podamos hablar de una verdadera equidad de género –cuando hombres y mujeres avancen a la par– lograremos el verdadero desarrollo. ¡He ahí nuestra causa!

Publicada en El Tiempo
https://bit.ly/3LdcShg

Por Marta Lucía Ramírez
Vicepresidenta y Canciller de Colombia

Si pudiera resumir el 2021 en una palabra, sería “Solidaridad”. En este tercer año de gobierno, se presentaron innumerables retos, en el contexto de la pandemia, que desató una enorme crisis económica, cuyos vestigios aún permanecen. Esos vientos huracanados, también impactaron nuestra infraestructura, pero no lograron apagar los motores de cambio.

En medio de la adversidad, aprendimos la inmensa corresponsabilidad que tenemos como parte de una sociedad, en la que el actuar de unos, influye en el bienestar de los otros. Todos nos vimos obligados a cooperar, a cuidarnos a nosotros mismos, no sólo en beneficio individual, sino también para evitar una catástrofe colectiva de magnitudes superiores a la que vivimos.

Gracias al sentido de la solidaridad, hoy estamos pasando la página de uno de los capítulos más duros que nos ha tocado vivir como humanidad, logramos sortear las dificultades y comenzar de nuevo, reactivar la economía, y encender la maquinaria amarilla de uno de los sectores más protagónicos de esta recuperación productiva: la infraestructura, generadora de empleo por excelencia, de la mano del Compromiso por Colombia.

Hoy, después del remezón, soplan mejores vientos, que dan lugar al optimismo. En el sector transporte, nuestro gobierno está logrando una cartera histórica de 81 proyectos de interés nacional y estratégico, con una inversión total de $75 billones, que generan 1 millón de empleos. Actualmente, 54 de estos proyectos se encuentran en ejecución. ¡Y vamos por más! Para el 2022, del Presupuesto General de la Nación se tienen recursos de inversión en infraestructura de transporte de $ 10.3 billones de pesos, aproximadamente 3% más que en 2021.

Rescatamos el programa de autopistas 4G, logrando una ejecución del 58%, incremento notorio, teniendo en cuenta que en 2018 el avance era del 16%. De estos 29 proyectos, 27 se encuentran en fase de ejecución u operación y mantenimiento, y vamos a dejar inauguradas 20 de las 29 concesiones 4G, al final de nuestro gobierno, una de las apuestas más ambiciosas de la última década en Latinoamérica.

En obra pública, finalmente logramos adjudicar la construcción del Viaducto Km 58 Bogotá-Villavicencio, para dar una solución definitiva a los problemas que han atormentado por años el transporte de carga al Llano y la Orinoquía. De esta manera, estamos saldando deudas históricas.

Esta obra hace parte de la Conexión Pacífico-Orinoquía, corredor estratégico que comunicará el puerto de Buenaventura con la mayor despensa agroalimentaria del país, la cual concentra el 23% del PIB nacional y beneficiará a más de 13 millones de habitantes. De este corredor, logramos iniciar actividades de obra y mantenimiento en los sectores Puente Arimena-Viento y Juriepe Puerto-Carreño.

Hay que decir que, además, le apostamos a la multimodalidad, con la apertura de licitaciones de la primera ola de quinta generación de concesiones (5G), con 14 proyectos que lograrán la conexión eficiente entre los centros urbanos y generadores de carga, puertos fluviales y marítimos, centros logísticos y aeropuertos. La coyuntura mundial exige infraestructura social, resiliente y sostenible, y los proyectos 5G son un vehículo que aumentará las capacidades del país en materia logística y competitiva, de forma eficiente y productiva.

Nuestra prioridad es la gente en todos los rincones de Colombia; por eso, dispusimos una inversión sin precedentes para la intervención de vías terciarias prioritarias, que conectan nuestras veredas y corregimientos con los centros urbanos, con una cifra que asciende a $ 5.6 billones (entre recursos del PGN y las regalías regionales, departamentales y municipales). ¡Resulta imperativo apoyar la economía rural y garantizar a los campesinos el transporte de sus cosechas! Anteriormente, los presupuestos anuales para la red terciaria de todo el país apenas alcanzaban los $ 4.000 millones.

A su vez, el desarrollo de la infraestructura de transporte ha estado acompañado del mejoramiento del entorno en el que se desarrollan estos proyectos. En este sentido, se ha avanzado en los componentes de fortalecimiento institucional, fuentes de pago y financiación, ajustes al marco normativo, y logística; siguiendo la hoja de ruta planteada por el Plan Maestro de Transporte Intermodal y las recomendaciones de nuestra Comisión de expertos 2019, de la OCDE y del Consejo Privado de Competitividad, de las cuales se han implementado más de 80 acciones estratégicas mediante la Comisión Intersectorial de Infraestructura de Transporte.

Vale resaltar, además, que hemos avanzado en la consecución de nuevas fuentes de pago y financiacion para nuestros proyectos de infraestructura con la titularización de 25 peajes del INVÍAS, la cual finalizará su estructuración este año, y con la que esperamos recaudar $1.6 billones de pesos para el mejoramiento de corredores estratégicos. Así mismo, está ad portas de iniciar el proceso de licitación del Canal el Dique, que es un piloto de mecanismos de agregación de fuentes de pago.

En octubre, pusimos en marcha la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte (UPIT), entidad creada para planear el desarrollo a largo plazo de la infraestructura, que garantizará la sostenibilidad financiera, social y ambiental de los proyectos. Dentro de la hoja de ruta, está el Plan Maestro de Transporte Intermodal que se encuentra en proceso de contratacion para su actualización. Con ello, estamos logrando una política integral de infraestructura de transporte de Estado, no solo de gobierno.

Hemos marcado hitos muy importantes para nuestra infraestructura este año, como el lanzamiento del Observatorio Nacional de Logística, Transporte, Minas y Energía, con el cual se pone a disposición del público la información, a través de una herramienta estratégica y de transparencia para la toma de decisiones y planeación de política pública.

Logramos modificar la reglamentación de Asociaciones Público-Privadas, que permite alinear la distribución de riesgos, corregir estimaciones de costos y conservar un equilibrio entre incentivos y competencia que estimulan la participación del sector privado. Hoy en día, según el Banco Mundial e Infrascope, Colombia es referente mundial y líder en Latinoamérica en la aplicación de mecanismos de APP.

Soñamos con ser un país conectado intermodalmente, reconocido por su infraestructura. Y que, a pesar de tener una complicada geografía, nuestras regiones se encuentren conectadas eficientemente, nuestros productos salgan a los puertos de manera ágil y con costos logísticos bajos.

Hasta el último día de este gobierno, honraremos el compromiso de conectar a Colombia, avanzar hacia el transporte intermodal y sostenible, y reactivar los corredores férreos para carga. ¡Este es nuestro legado para los colombianos!

Queremos dejar huellas imborrables en nuestras regiones, que ojalá se sigan atomizando en las zonas donde más urge la mano del Estado. Esperamos que los participantes de este XVIII Congreso de la CCI sean veedores de que nuestra política de Estado se mantenga como brújula hacia una Colombia cada vez más eficiente.

Publicada en Infraestructura & Desarrollo
https://bit.ly/3oq2iuQ

Por Marta Lucía Ramírez
Vicepresidenta y Canciller de Colombia

¡La paz de Colombia tiene rostro de mujer! En los últimos tres años asumimos el reto de iniciar un proceso transformador de la sociedad colombiana, mediante la implementación del Acuerdo de Paz firmado con las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), al que le dimos alcances sociales y económicos, así como un enfoque incluyente que nos permita cerrar brechas históricas en materia de equidad.

En este camino ha sido fundamental el papel de la comunidad internacional, que ha destacado los avances del gobierno del presidente Iván Duque en esta materia y cuyos aportes nos impulsan a construir sobre lo construido para lograr que el cambio de las condiciones de vida de los colombianos sea irreversible.

La Política de Paz con Legalidad ha materializado resultados en más de 500 obligaciones consagradas en el Acuerdo, con una apuesta transversal en materia de equidad de género. Ello va de la mano con la Política de Equidad de Mujeres, que pusimos en marcha desde el inicio de este Gobierno y que hemos venido liderando desde la Vicepresidencia de la República y la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer.

En el Plan Marco de Implementación del Acuerdo de Paz, se establecieron 51 indicadores de género. Gracias al liderazgo de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, hoy en día contamos con una metodología rigurosa de seguimiento a esos 51 indicadores que nos permite evaluar periódicamente el impacto en las mujeres y los avances técnicos de las entidades competentes.

A cinco años (24 de noviembre) de la firma del Acuerdo de Paz se encontró que el 57% de esos indicadores han sido finalizados o presentan avances significativos con una tendencia progresiva de crecimiento en el número de beneficiarias.

Las mujeres rurales han estado en el centro de la implementación del Acuerdo. En el punto de Reforma Rural Integral, 687 mil 386 mujeres rurales han accedido a la línea de créditos blandos; 25 mil 25 han sido cobijadas en el proceso de formalización de tierras. Además, a través de la estrategia Generación-E, se han formado cerca de 83 mil mujeres que representan más de la mitad de los beneficiarios.

En lo referente a la Solución al Problema de Drogas Ilícitas, hay que decir que 28 mil 130 familias con jefatura femenina han recibido pagos por asistencia alimentaria inmediata. Con respecto a las víctimas, se indemnizaron a 150 mil 236 mujeres con una inversión cercana a los $2.5 billones (pesos colombianos). Asimismo, hemos garantizado acompañamiento psicosocial a 60 mil 454 mujeres.

Otro aspecto a destacar es la promoción de la participación de las mujeres; este año fue especialmente importante el ejercicio de elecciones de las nuevas integrantes de la Instancia Especial de Mujeres para el Enfoque de Género en la paz. (…)

En esa misma línea, tras un proceso que contó con la participación de 200 mil personas, entre ellas 65 mil mujeres, se incluyeron 4 mil 606 iniciativas de género y mujer rural que corresponden al 32% del total de las iniciativas que hacen parte de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial en los 170 municipios que fueron más golpeados por la violencia en nuestro país.

Tenemos un desafío enorme por delante, pero también toda la voluntad política para que los avances ya tangibles de la Paz con Legalidad se consoliden y conviertan en referente para el mundo. Con el concurso de la comunidad internacional, aceleraremos esfuerzos en estos nueve meses para multiplicar los frutos de este trabajo sistemático que estamos realizando.

Nuestro compromiso como Gobierno es seguir sembrando con las mujeres rurales semillas robustas de proyectos escalables y rentables que les den autonomía económica, pues es la mejor manera de prevenir y enfrentar las distintas violencias contra la mujer. La inclusión, respeto y reconocimiento a la dignidad de las mujeres, constituyen base indispensable para lograr un país desarrollado y justo en el que todos construyamos la mejor versión de Colombia.

Publicada en El Universal – México
https://bit.ly/3E2Yjti

Publicada en El País España:
https://bit.ly/3DT1LXt